sobre la locura de almáyer...

martes y yo te escribo desde el despacho...


martes y aunque te escribo con la caja por hacer, el correo ya está impreso y entregado a quien corresponda; los talones metidos en sobres y preparados para ser enviados; he pasado un par de presupuestos y he contestado a no sé cuantas llamadas en lo que va de mañana...


martes y ayer conseguí acabar con mayo (alguien tenía que acabar con él...) y ya que estaba inspirada, decidí empezar con junio (por aquello de que ya estábamos a día diez...). y poquito mas que contarte... que el día me cundió bastante... así que salvo algún imprevisto (de esos que siempre hay) la mañana debería ser tranquila, al menos en el despacho...





martes y yo hoy venía a contarte que la semana pasada estuve leyendo la locura de almáyer de joseph conrad...


culpa de jean rhys, porque yo había prometido (en plan escarlata o’hara) no comprar más libros hasta que mi economía se recuperase de los últimos excesos libreros... así que ahí estaba yo, leyendo tranquilamente en mi sofá a jean rhys y su después de dejar al señor mackenzie (que era uno de esos excesos cometidos en mayo) cuando la rhys me nombró este libro: almayer’s folly (lo estaba leyendo la hermana de la protagonista).


y la rhys nombraba este libro (incluso copiaba una cita) pero no decía quien era el autor, así que mi parte cotilla, le preguntó a san google que todo lo sabe, y san google que todo lo sabe me dijo que era de conrad (de hecho me dijo que fue su primera novela)... y saberlo y quererlo, fue todo al mismo tiempo... así que en dos clicks, pedí que me lo enviaran cómodamente al despacho... y es que esto de poder comprar libros por internet y tener internet en el móvil, es una mala combinación... te lo digo yo...


el caso... que el libro llegó, y como todo lo que he leído hasta el momento de conrad (culpa tuya, por cierto, porque me dijiste hace años que era uno de los nuestros...) me encantó...


la historia de almáyer, hombre blanco de origen holandés, casado con una malaya (toda una historia la de esa boda) con la que no es capaz de entenderse, y con la que comparte una hija (una preciosa mestiza) que es la única persona en el mundo a la que quiere...


pero entonces llega dain, y la hija de almayer se enamora... y él se enamora de ella... y mientras intenta tener contento al padre, prometiendo buscar por él un tesoro que se supone que está escondido en la selva... y hay una pobre esclava (mala, mala, mala) que también se enamora del dain... y entonces empieza a complicarse la cosa...


y no te digo mas (que bastante he contado ya, y ya sabes que no me gusta contar (ni que me cuenten) los finales de las historias)


sí te diré que me ha encantado... y que las letras de conrad me tienen fascinada...


y antes de cortar y cerrar, te dejo aquí un trocito de sus letras... porque leyendo este fragmento no pude evitar preguntarme si como mujer, yo también tendré ese poder...






ninguno de ellos habló. él fue recobrando poco a poco sus sentidos con un ligero estremecimiento que recorrió su rígido cuerpo y llegó hasta sus labios temblorosos. ella echó la cabeza hacia atrás y fijó los ojos en los de él con una de esas largas miradas que son el arma más terrible de las mujeres; una mirada más agitadora que el más estrecho contacto y más peligrosa que el golpe de una daga, porque excita el alma dejando el cuerpo vivo y desamparado para ser arrastrado aquí y allá por las caprichosas tempestades de la pasión y del deseo; una mirada de esas que envuelven al cuerpo totalmente y que penetran dentro se los senos más recónditos de su ser.

joseph conrad (la locura de almáyer)





una maravilla...





y ahora corto y cierro... que tengo que pasar otro presupuesto...





pd. y no sé tú, pero yo estoy encantada con el premio que le han dado a la asociación de afectados por la hipoteca... ese premio que se otroga "a personas u organizaciones excepcionales que luchan por los valores europeos"... porque igual el gobierno se replantea su táctica (o será estrategia) de descredito absurdo... o al menos le sirve para darse cuenta que por muchas mentiras que digan en los medios de comunicación, inventar barbaridades, no las hace ciertas...


y ahora a ver como sostiene el señor gonzález pons las mentiras que dijo sobre lo que pasó en valencia...


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