martes y ayer conseguí llegar a mi mesa a eso del mediodía, pero no te preocupes que lo que quedaba de mañana y de tarde me cundieron bastante... así que en este momento sólo tengo la caja por hacer y creo que tengo que crear un artículo (digo creo porque al llegar me he encontrado una nota encima de la mesa, y por la poca información de la que dispongo, creo que es eso lo que se espera de mí... pero como no está el jefe, casi que me espero a que vuelva y le pregunto, por si acaso, que yo aún no me he tomado el café con leche, y ya sabes que sin café con leche, no pienso con total claridad).
el caso es que yo hoy venía a hablarte del libro de jean rhys, después de dejar al señor mackenzie...
después de separarse del señor mackenzie, julia martin fue a vivir en un hotel barato del quai des grands augustins. parecía un establecimiento un tanto sórdido, y la escalera olía a los gatos de la propietaria, pero los dormitorios eran más limpios de lo que una esperaba.
jean rhys (después de dejar al señor mackenzie)
y así es como empieza jean rhys a contarnos la historia de julia martin (que hay quien dice que es la propia rhys), justo después de separarse del señor mackenzie (su último amante), en parís... en un hotel barato que paga con el dinero que le manda el abogado del señor mackenzie, hasta que ese dinero deja de llegar... y aunque la dueña del hotel crea que julia es muy desgraciada, la verdad es que julia, por su parte, no era totalmente desdichada. encerrada en su dormitorio -sí, especialmente cuando se encerraba-, se sentía segura y a salvo... y dedicaba la mayor parte del tiempo a leer...
y en un momento dado, julia decide volver a londres... y allí se da cuenta de que como una predestinada, había regresado al punto de partida, en este pequeño dormitorio de un hotel de bloomsbury, que era exactamente igual que el pequeño dormitorio de bloomsbury desde el que había iniciado sus viajes hacía casi diez años... e incluso llega a pensar que quizá los últimos diez años no habían sido más que un sueño.... que quizá la vida, que discurría para el resto del mundo, había permanecido milagrosamente inmóvil para ella... pero no es cierto...
porque julia vuelve a un londres inhóspito, donde su madre se está muriendo y no es capaz de reconocerla, y donde su hermana, que fue la que se quedó a cuidarla, mientras julia viajaba, y ella no son capaces de no hacerse daño... un londrés donde los parientes no la entienden, ni lo pretenden... y donde dos amantes (un antiguo amante y un amante en ciernes) no serán capaces de hacerla olvidar su extrañeza...
una historia quizás triste... una historia que conocía por alusiones de la propia rhys en algunos de sus libros... en algunos de los relatos, y una parte de esa maravillosa autobiografía que es una sonrisa, por favor... y que ahora, después de leer esta novela, casi entiendo...
una maravilla... pero qué te voy a decir yo, que adoro a la rhys desde que aquel ancho mar de los sargazos me hiciera creer en la magia y me contará lo que nadie me había contado de la primera esposa del amor de jane eyre?...
-a veces una tiene que hacer ciertas cosas. nunca has tenido esta sensación? pues si no la has tenido eres un hombre afortunado. de todas maneras, si nunca has tenido esta sensación, es inútil que intente explicártelo. no, porque no lo creerias.
jean rhys (después de dejar al señor mackenzie)
y ahora corto y cierro... que mira la hora que es y yo todavía no he desayunado...
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