sobre dobles indemnizaciones...

lunes y en el despacho... claro...


lunes helado y, de momento, tranquilo... ya tengo la caja hecha, ya he pasado un par de albaranes y el correo está en la impresora esperando ser dsitribuido... y tengo sueño, aunque es normal porque es lunes... y no tengo nada que hacer porque la verdad es que el sábado por la mañana me cundió bastante... y aunque no sabía si iba a postear o no, ya ves que aquí me tienes...





y ya que he venido y he abierto el editor, te contaré que anoche volví a ver perdición, la de billy (que no william) wilder... esa en la que fred macmurray es un vendedor de seguros, que va a una casa a intentar renovar dos seguros de coche, y entonces barbara stanwyck aparece arriba de la escalera con una toalla, y el pobre ya no puede pensar mas... y menos todavía cuando ve la pulserita que ella lleva con su nombre en el tobillo... y es que la stanwyck desde que oye que él vende seguros ya tiene claro lo que quiere... y aunque él la ve venir de lejos e intenta alejarse de ella, la verdad es que no puede... pobre... porque ella hará con él lo que quiera desde el momento en que aparece en su casa y él la deja que entre...


y me encanta como wilder (con la ayuda en el guión de chandler) nos cuenta esta historia sobre una doble indemnización empezando por el final... me encanta la manera de contar la historia en primera persona a modo de confesión... y me encanta edward g. robinson en el papel del perspicaz mister keyes, que dice que tiene un enanito en el estómago que no le deja comer cuando alguien intenta engañar a la compañía de seguros... y que consigue imaginarse todo el crimen, pero tiene tan cerca al culpable, que no es capaz de imagirnarse quien es...


y me encanta que fred macmurray se pase la película dándole fuego a edward g. robinson, y que sea el robinson quien le dé fuego al final a él... me encanta cuando ella confiesa que nunca le quiso, hasta el momento en el que no pudo disparar por segunda vez, porque ella solo quiere que él la abrace, pero él la ha dejado de querer... y me encantan algunas frases del guión (en este momento me acuerdo de cuando el protagonista dice que nunca pensó que el crimen podría oler a madreselva) porque me recuerdan a las novelas de chandler...


una maravilla, vamos... porque aunque anoche no me apetecía ver una película, el siempre genial billy wilder, me volvió a recordar lo que el cine tiene de magia...









corto y cierro...

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