sobre suspiros y bocas de fresa...

ayer una tristeza (o quizás debería llamarla extrañeza) familiar pero que había ido olvidando con el pasar de los años me volvió a impregnar las ropas...


y fue una tontería... y duró apenas un segundo... pero me pilló desprevenida, quizás porque no somos conscientes de nuestras vulnerabilidades hasta que se nos quedan al descubierto... quizás porque en un instante, pasé sin darme cuenta del despacho y de ser una secretaria treintañera, a mi mesa del colegio, cuando apenas era una chiquilla que se sentía mayor...


el caso es que, como te decía, fue una tontería... ya no tengo doce años... ya no soy tan vulnerable... ahora mi parte cínica se ríe cuando alguien se ríe de mí... y de hecho, creo que habría olvidado esta anécdota y la sensación que durante un segundo me devolvió a aquella clase de literatura de hace tantos años, si el google de hoy no me hubiera arrancado una sonrisa al encender el ordenador... porque ya sabes que soy una devota de la santa casualidad...


el caso es que ayer, pasando pedidos de clientes, hubo un nombre que me llamó la atención, y lo dije en voz alta... y es que que un tal rubén dario, te haga un pedido, quieras que no, te hace gracia... pero al parecer la única que le veía la gracia a la cosa era yo...


resumiendo:


yo dije: mira que curioso, rubén darío nos ha hecho un pedido, (mientras iba a la fotocopiadora a hacer unas fotocopias...)


y una de mis compañeras me preguntó: quién?


y casi sin darme cuenta solté aquello de: "la princesa está triste, qué tendrá la princesa? los suspiros se escapan de su boca de fresa"...


silencio... y todo aquel que estuviera en el despacho en ese momento, mirándome como si estuviera loca...


(y yo sintiendome durante un segundo como aquella vez en que una profesora preguntó si alguien conocía a becquer, y yo sin darme cuenta recité un poema del tirón y me sentí tan rara y tan fuera de lugar que decidí que nunca mas haría semejante cosa...)


y entonces una frase que últimamente me repiten mucho, y que si he de ser sincera, está empezando a molestarme:


es que lees demasiado...


y ante semejante afirmación... callo...





callo porque nunca le digo a nadie lo que creo que debería hacer o no... callo porque últimamente (y con últimamente creo que me refiero a casi toda mi vida) la gente se ha permitido juicios y opiniones que yo jamás me he permitido con respecto a los demás...


debería llevar pantalones, debería cortarme el pelo, debería leer menos, debería andar mas, debería llevar camisetas de colores... y quizás debería pedir mas a menudo que me dejen en paz...





así que entenderás que cuando hace un rato, al encender el ordenador del despacho he visto el precioso doodle de hoy, que el google le dedica a rubén dario, no he podido evitar sonreir... porque al verlo me he sentido menos rara... y porque sí...













pd. y por fin es viernes, y te escribo desde el despacho... y corto y cierro... que algo tendré que ir haciendo...

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