sobre sábados tranquilos y un poema sobre los domingos...

sábado, y como ves, te escribo desde el despacho...


mañana tranquila, claro que después del diita que llevé ayer, es normal... lo hice todo... sólo me queda hacer la caja, y si me siento inspirada puede que empiece a adelantar los pagos y los cobros del mes de enero... o puede que haga un par de talones... no sé... iremos viendo...





yo lo que quería era copiarte aquí un poema del tercer tomo de la antología general de poetisas españolas... ese que va del mil novecientos cuarenta, al mil novecientos setenta y cinco... un poema de elena martín vivaldi... poetisa española que nació a principios del siglo pasado... un poema que anoche estuve buscando para copiarlo y publicarlo hoy... quizás porque ayer fue el aniversario del nacimiento de la woolf... quizás porque este poema me encantó y quería compartirlo...






otro domingo



leyendo un libro de virginia woolf



y es de nuevo domingo.

y la tarde envejece,

y tiene un corazón lastimado de nombres,

herido de renuncias,

y un silencio despierto por anónimos pasos,

pulso gris de la casa.

y estoy sola

y leo

un libro:

alma

que se desnuda,

que dice del recuerdo,

de la vida que pasa,

de los hombres que existen, a pesar de su historia;

de problemas y nimios sucedidos,

de cosas que, sin embargo,

ponen su temblor hacia el labio.

y estoy sola,

y quisiera

que el teléfono hablara,

que hablaran los extraños,

que cruzaran imágenes,

las próximas y ausentes.

imagen,

compañía,

voces que se entrelazan.



y es domingo.

y como siempre es tarde.

debo negarle al llanto

su alivio de almohada,

su consuelo prohibido

por leyes de esta hora.

y debo estar en pie,

desviar la mirada,

arrinconando el fácil peligro a la tristeza,

negándome a su astuta

maquinación,

su trampa.

pero ya es noche. escribo

-y estoy sola- y el mundo

gime. existen calles, tráfico,

enamorados, gentes,

las ciudades.

hay un hombre,

otro hombre,

más dolor,

risas, luces.

hay crímenes, angustias.

y chocan

por el aire palabras sin sentido.



y estoy sola, es domingo.

un cigarrillo ... , otro,

un contener las manos

que descubren, apresan la soledad.



es la vida. página densa, en blanco,

colmada,

rota,

sucia de barro;

alucinante,

limpia,

manancial, casi río.

vida.



ya no hay tarde. es domingo,

y escucho

otra vez el silencio. 



elena martín vivaldi





y siento que el poema sea tan largo... pero es que hoy tenía que postearlo...


y ahora corto y cierro... que voy a ver si decido que ir haciendo...


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