sobre el día de ayer y las almas rezagadas de edith wharton...

jueves (que si te soy sincera, la única gracia que tiene es que casi es viernes) y aquí sigo... en el despacho...


ayer conseguí entender el lío de los albaranes... conseguí descubrir que había entrado, qué no, y haciendo un cargo y un abono, solucionarlo todo... también saqué los presupuestos que correspondían con las transferencias del banco, y ya que estaba, los tramité... y ya tengo la facturación acabada, a falta de pasar las remesas por el banco... pero como eso hace años que lo vengo haciendo, en cinco minutillos sé que lo tengo...


también metí un albarán de esos para nota; envié unas fotos de un material que llegó roto; solicité una recogida de material; y respondí a unos diecisiete correos electrónicos en total... como ves, tuve un día completito, al que sobreviví pese a la migraña... y hoy, pues mas tranquila... pues aunque encima de la mesa tengo un par de albaranes (corrijo: tres, que acaba de sonar el timbre y eso suele significar un albarán mas) y sigo de jefecilla en funciones, la verdad es que ya tengo la caja hecha, y la mesa bastante despejada... así que aquí me tienes... tecleando(te)





y hoy quería hablarte del libro de edith wharton... aquel que empecé a leer el domingo por la tarde, y que después de ver esa peli muda que tanto me traumatizó, me sirvió de salvavidas... ya que para superar semejante trauma, estuve leyéndolo antes de acostarme...


almas rezagadas, es el título de este relato de la wharton... aunque no sé si calificarlo de relato largo o de nouvelle (ese término que el año pasado tantas veces me crucé); una historia que empieza en un tren y en la que edith wharton nos cuenta la historia de lydia... una especie de karenina americana, que después de abandonar a su marido y su posición en la sociedad, tiene que enfrentarse al dilema de si casarse o no con su amante, cuando recibe por correo los papeles del divorcio...


una historia muy de ella, en la que poco a poco nos va mostrando las posibilidades y sus consecuencias de esta decisión, que lydia y su amante tienen que tomar... casarse y ser devueltos así a la sociedad que abandonaron o seguir siendo amantes en europa, pero mintiendo... claro...


una historia que me trajo ecos de aquella edad de la inocencia y de la inolvidable condesa olenska; y también a aquella madre pródiga, esa kate de la renuncia; e incluso a la susana de la soñada aventura... ese intentar seguir al propio corazón, y encontrarse con esa sociedad tan estricta en sus formas... ese disimulo, que parece ser lo único que en realidad la sociedad espera...


y me vas a dejar que te deje una muestra mas de las letras de la wharton (a la que adoro hace tantísimos años que prefiero no contarlos), una cita que me hizo sonreir al leerla...






habían llegado a ese punto memorable en toda historia del corazón en que, por vez primera, el hombre, parece obtuso y la mujer irracional. al reflexionar sobre ello, era la abundancia de las intenciones de él lo que la consolaba, compensando lo que les faltaba en calidad. después de todo, hubiera sido peor, incalculablemente peor, haber percibido una excesiva predisposición a comprenderla.

edith wharton (almas rezagadas)





el final?... una maravilla... otro de esos finales abiertos, que te cuentan sin contarte lo que es mas que probable que acabe pasando... no te puedo decir mas...





y ahora corto y cierro... que tengo que ir a hacer la compra, y decidir que comemos...


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