sobre una boda en el delta...

martes y en el despacho... y aunque llevo una mañana de locos, entre llamadas de teléfono empeñadas en que busque por el nombre algo que nosotros guardamos por número, o que recuerde conversaciones que no he tenido (somos dos en el despacho, mas otra compañera en el mostrador y mi madre que está en la caja, pero los que llaman siempre están convencidos de que han hablado antes conmigo...), o un señor que me ha llamado porque le dijimos que tendríamos su pedido para navidad, y me ha dicho que como ya hace dos semanas que las navidades han empezado, pues que si ya teníamos lo que pidió... y he tenido que explicarle que aunque el corteinglés asegure que ya es navidad, y el mercadona lleve vendiéndonos turrones ya un par de meses, la verdad es que para el común de los mortales las navidades no empiezan hasta el veinticuatro de diciembre, así que no, no hemos recibido el material que nos pidió...


y eso sólo en lo que respecta a las llamaditas de teléfono... que el jefe tiene que irse y no para de darme instrucciones que seguir en su ausencia... me explica como meter un albarán (como si no llevara varios años metiendo varios albaranes al día); y mi compañera creo que me oculta información (lo que no sé es para qué); y mi otra compañera dice que hay rebajas en la zapatería de aquí al lado (y aunque la interrupción me hace perder el hilo de mis tecleos, pienso que me vendrían bien unas botas nuevas para afrontar el invierno que empezará la semana que viene, si el fin del mundo no lo impide)





y yo lo que quería era hablarte de la boda en el delta, novela de eudora welty, que me ha recordado porque me encanta esta mujer...






el apodo del tren era el perro amarillo, y su nombre real el yazoo-delta. era un mixto. la fecha, el 10 de septiembre de 1923, por la tarde. laura mcraven, de nueve años, hacía su primer viaje sola. iba desde jackson a visitar a la familia de su madre, los fairchild, en su plantación, shellmound, de fairchilds (mississipi). cuando llegase, saldrían todos corriendo y diciendo: "pobre laura, pobre laura, sin madre", porque su madre había muerto aquel invierno y a ella no la habían visto desde el funeral. su padre la había acompañado hasta yazoo city y la había dejado en el perro. su prima dabney fairchild, que tenía diecisiete años, iba a casarse, pero laura no podría asistir a la boda porque su madre había muerto. de todos estos hechos, el más persistente en la mente de laura era el más íntimo: que tenía nueve años.

eudora welty (boda en el delta)


y así es como empieza eudora welty a contarnos esta boda en el delta... o mejor dicho, a contarnos como afecta esa boda a los distintos miembros de la familia fairchild... y la welty nos introduce en el centro mismo de esa gran familia, y vivimos en esa gran casa llena de gente, los días previos a la boda... los tíos, los primos, las tías solteronas, las tías abuelas sordas y medio locas... una locura de casa, llena de gente, con habitaciones que parece que nunca estén vacías, y que se va llenando a medida que se acerca el día de la boda...


y lo que mas me ha fascinado de la novela es quizás la habilidad de la welty para mezclar los vivos con los muertos... para mezclar el presente con los recuerdos, en una familia en la que parece que a veces se tiene mas presentes a los que hace mucho que murieron que a los que todavía viven...


y laura se encuentra en medio de esta familia numerosa, en la que a los preparativos de boda, se añaden los preparativos de un viaje a europa, y un abandono y una reconciliación, y la perdida de algo que es recuperado para volverse a perder en el fondo del lago...


así que sí... me ha encantado... y es que nadie como la welty para contar una boda en el delta...





y ahora corto y cierro... que tengo que meter un albarán, y hacer un par de cosillas mas...


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