sobre mitsou...

jueves (que si he de ser sincera, parece de todo menos jueves) y en el despacho... vuelvo a estar malucha... tengo bronquitis otra vez... lo que el médico y yo no hemos decidido es si es la misma bronquitis que no se me curó del todo, o si es una nueva (cortesía navideña)


el caso es que ya estoy otra vez con antibiótico y con el inhalador... y creo que con un poco de fibre... pero bien...


y aunque estoy en el despacho, admito que no estoy muy productiva... pero voy haciendo mis cosas poco a poco...





y yo quería contarte que hace unos días estuve leyendo mitsou, de colette... una novela corta que toma el nombre de su protagonista... una artista del music hall durante la guerra, que por hacerle un favor a una compañera, esconde a dos tenientes en su armario (uno de marrón y otro de azul) y de esa noche surge una correspondencia entre el mitsou y el teniente azul, de la que me vas a permitir que te deje un par de muestras...


como este principio de carta del teniente azul a mitsou...






querida mitsou: tengo ganas de verla. tengo ganas de verla. qué otra cosa podría decirle? que tengo ganas de verla. me siento dulce, débil, vacío, inclinado hacia algo blando, profundo, confuso, que me atrae. me noto a la vez feliz y privado de todo. es una ansiedad y, al mismo tiempo, una especie de pereza, tanto una como otra plenas de encanto. un estado de adolescencia...

colette (mitsou)





o este final de carta de mitsou al teniente azul...






no sé con exactitud, qué va a pasarnos. no sé siquiera, si nos va a pasar algo. -oh, espero que sí!... somos muy jóvenes, estamos expuestos a todo. pero antes de habernos conocido a fondo, e incluso si usted hubiese de olvidarme pronto, quiero darle las gracias con todo mi corazón. quizá tenga pronto ante mí, en el espejo, la imagen de una mitsou radiante de alegría. o quizá se trate de una mitsou bañada en lagrimas. pero en todo caso ya no será la misma mitsou anterior a usted, esta estúpida, esta criatura razonable que no se reía ni lloraba nunca, esta pobre que ni siquiera tenía una pena para sí misma. le estaré pues, agradecida de por vida, mi querido teniente azul, puesto que no habrá hecho sino dar algo a quien no tenía nada.

colette (mitsou)





una maravilla, como todo lo que he leido de colette...


y ahora corto y cierro... que como ando espesa he perdido el hilo...


No hay comentarios:

Publicar un comentario