me suena

esta es la sabiduría, amar, vivir,
aceptar lo que el destino o los dioses
quieran darte.
no hacer preguntas ni elevar plegarías,
besar los labios y
acariciar el pelo,
disfrutar la decadencia de la pasión
mientras disfrutas
de su afluencia,
tener y guardar y cuando llegue el momento, dejarlo ir


este poema lo encontré hace mas de quince años en una novela que leí de jovencita sobre la vida de marilyn monroe. una novelita que contaba los amores de marilyn con los kennedy y que consiguió que me enamorara del mito de marilyn, de esa pobre chica desgraciada a la que nadie supo querer.
recuerdo la novela, pero no me preguntes quien la escribió, la tengo entre los libros que siguen esperando a que me los traiga, el caso es que la misma poesía me apareció hace poco entre las páginas del fitzgerald que me estaba leyendo.
no era exactamente la misma tradución, quizás la que incluye el traductor de fizgerald es mas correcta a nivel de métrica y estilo poético, pero perdonarme que elija la primera, que es la que he recordado de vez en cuando todos estos años. esas frases me salían como si fueran una oración, algo que tenía que creerme para ser feliz.
admito que a día de hoy no creo en el destino ni en los dioses, soy muy preguntona, aunque eso si, no suelo elevar plegarias. no recuerdo apenas como se besan unos labios y se acaria el pelo, y no he sido nunca capaz de disfrutar el final de las historias, porque la angustía me atrapa cuando siento que todo se acaba... pero me gusta repetirme este poema que se supone que le gustaba a marilyn (vete tú a saber como lo sabe el que escribió el libro) y me hizo gracia descubrirlo despues de quince años en las páginas de fitzgerald.
solo quería compartirlo con vosotros.

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