es inevitable que se mezclen en mi memoria estas dos bellisimas novelas. las leí seguidas y es imposible no encontrar paralelismos, y mas partiendo de la base que marquez admitió haberse inspirado en "la casa de las bellas durmientes" de Kawabata, para escribir "memoria de mis putas tristes".
las dos novelas son preciosas, enternecedoras, cada una en su estilo y partiendo del estilo del autor.
"No debía hacer nada de mal gusto, advirtió al anciano Eguchi
la mujer de la posada. No debía poner el dedo en la boca
de la mujer dormida ni intentar nada parecido."
así empieza la novela de kawabata, y este pasaje tambien lo cita garcía marquez en su novela. claro que ambas parten de premisas distintas. el viejo eguchi sabe cuales son las normas y solo pretende dormir al lado de una joven que duerme. la novela de garcía marquez empieza de manera distinta:
"En mis noventa años en lugar de esperar la tranquilidad de la muerte, decidí festejar premiándome con una doncella virgen".
claro que al final los dos protagonistas lo único que consiguen es revivir amores pasados durmiendo con las jovenes a su lado.
la de kawabata es exquisita, por el ritmo propio de los autores orientales, por esa manera que tiene tan relajada de contar sus historias, un ritmo que se contagia, que te hace leer como un ensueño. la de garcía marquez está impregnada en el calor y el realismo mágico caracteristicos del autor. enganchandote desde la primera página.
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